Zidane se movía con la gracilidad de un bailarín. Cada gesto suyo era pura maestría y elegancia innata, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran una obra de arte, como pinceladas magistrales https://janedrln382575.spintheblog.com/38974848/un-repaso-al-cabezazo-más-famoso-del-fútbol